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10 errores en la gestión de tu empresa

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La gestión de tu empresa es una tarea apasionante. Cada mañana amanece llena de los desafíos que la gestión del día a día te presenta. Estos retos obtienen todo tu foco y atención porque la parte técnica de tu negocio es la que más te atrae y te apasiona.

Y así, un día y otro día, vas viendo a tu empresa crecer y crecer y la imaginas compitiendo con las grandes empresas de tu sector… hasta que ocurre lo inevitable. Las amenazas y errores potenciales que desconocías o no supiste ver se hacen presentes y comprometen el futuro de tu empresa, el tuyo propio y el de tu patrimonio.

Hoy quiero hablarte sobre los diez errores más comunes que cometen los empresarios, como tú, en la gestión de sus empresas y las acciones que debes desarrollar en cada área para evitarlos.

1. No realizar una planificación a largo plazo

Es necesario que definas hacia dónde quieres llevar a tu empresa para realizar hoy las acciones, basadas en decisiones coherentes y estratégicas, que la sitúen allí donde quieres.

Debes establecer metas y objetivos que deben ser específicos y dentro en un horizonte temporal concreto. Para ello, es esencial que analices tus capacidades y recursos, que son con los que darás respuesta a las necesidades de tu mercado. Conocer este mercado y a tus competidores te permitirá identificar oportunidades y amenazas para desarrollar las ventajas competitivas que te aporten reconocimiento y resultados en ese mercado.

2. No gestionar correctamente el área financiera

Debes gestionar la contabilidad de tu empresa de forma analítica y establecer correctamente los ingresos y gastos. De esta forma, conocerás los márgenes y resultados intermedios que obtienes para tomar las decisiones informadas que correspondan.

Debes establecer un presupuesto de explotación y ajustarte a él. Un presupuesto te ayuda a planificar y controlar tus recursos financieros, detectando desviaciones y evitando gastos innecesarios.

Debes confeccionar un plan de tesorería para gestionar adecuadamente el flujo de caja, preservar la liquidez y cumplir con tus obligaciones financieras.

Debes conocer todas las herramientas de financiación que están a tu disposición y utilizarlas adecuadamente. El endeudamiento excesivo es uno de los errores más importantes en el que puedes caer y poner en riesgo la viabilidad de tu empresa.

3. No gestionar correctamente los recursos humanos

Debes contratar solo cuando sea estrictamente necesario. Las personas son el recurso más valioso, pero a su vez el más costoso. Debes contratar a las personas adecuadas para cada puesto y poner los medios para desarrollar su talento y habilidades. Ten presente que tú desarrollas la estrategia, pero las operaciones las ejecuta tu equipo. Debes formar, capacitar, reconocer y recompensar a tus equipos para aumentar sus habilidades y motivación. La productividad y la calidad de sus resultados dependen de ello. Debes establecer canales de comunicación efectiva con tu equipo: Una buena comunicación facilita la colaboración, evita malentendidos y asegura que todos estén alineados con los objetivos de la empresa.

4. No establecer una buena relación con tu cliente

Debes adaptar las capacidades y valor que ofrecen tus productos y servicios a las necesidades y expectativas de tus clientes.

Debes realizar un seguimiento de las acciones comerciales que realizas, antes, durante y después de la venta para garantizar la calidad de todo el proceso.

Al igual que con tu equipo, debes establecer canales de comunicación con tus clientes. Tus operaciones y la comunicación con tus clientes aumentarán tu resultado, el valor de tu empresa y el reconocimiento de tu marca.

5. No desarrollar la tecnología y la innovación dentro de tu organización

No desarrollar la tecnología es un factor determinante en la pérdida de productividad y competitividad dentro de tu empresa.

Debes establecer fórmulas de innovación constante en tus productos, servicios y procesos internos, utilizando todos los recursos que la tecnología pone actualmente a tu disposición:

  • Programas informáticos (ERP, CRM y Contabilidad…).
  • Comunicación interior y exterior (Mail, Teams, Whatsapp…)
  • Acceso y transmisión de la información (Drive, VPN, Cloud…)

6. No establecer un sistema correcto para la adopción, ejecución y seguimiento de las decisiones

La toma de decisiones de forma impulsiva o basadas en tu estado de ánimo es un error muy frecuente en la gestión de las empresas. Sustituir los datos por las emociones o intuiciones generan decisiones mal informadas con menos probabilidades de ser exitosas y más sujetas a riesgos.

Tu presupuesto de explotación y la memoria de acciones sobre las que se basa este presupuesto son la guía más adecuada para la gestión de tus decisiones.

Haz partícipe de todo ello a las personas clave de cada proceso y delega en ellos, cuando corresponda, la decisión y la ejecución, dentro de un sistema de rendición de cuentas.

7. No establecer indicadores de desempeño

Como responsable de tu empresa debes establecer las prioridades y factores clave dentro de cada área y establecer un sistema que te permita saber de forma fehaciente los avances y resultados que se están produciendo en ellas.

De esta forma sabrás si se están ejecutado las tareas cuando se tienen que realizar, si los resultados que se van obteniendo son los esperados o debes realizar acciones correctoras antes de la finalización del proceso.

La gestión de los indicadores de desempeño te permite establecer una visión general y anticipada de la realidad y resultados de tu empresa y es complementaria a la gestión presupuestaria.

8. No prestar atención a los aspectos legales y fiscales

La actividad de tu empresa está sujeta a legislación mercantil, laboral y fiscal. No cumplir con las leyes te generará sanciones y problemas legales que pueden ser relevantes en términos económicos, de responsabilidad y también de reputación para tu marca y tu empresa.

Realiza contratos claros y bien definidos con empleados, proveedores y clientes que te prevengan de malentendidos y conflictos legales.

Presta mucha atención a la fiscalidad y se muy estricto en su cumplimiento. Acompáñate de profesionales expertos que te orienten a nivel societario y personal de todas las consecuencias fiscales de tu actividad y de sus resultados.

9. No integrar a tu empresa dentro del ecosistema empresarial

Debes establecer y mantener relaciones con otros empresarios, proveedores y clientes potenciales. El networking te ayuda a crear oportunidades de negocio y colaboraciones.

Debes participar en eventos y redes de negocios que te permitan dar visibilidad a tu empresa y mantenerte informado sobre nuevas tendencias y oportunidades.

10. No equilibrar la vida laboral y personal

Un buen equilibrio entre trabajo y vida personal es esencial para mantener tu bienestar y productividad.

No cuidar de tu propia salud y bienestar puede afectar negativamente a tu rendimiento y a tu capacidad de tomar de decisiones.

Debes autoimponerte límites y saber delegar funciones y responsabilidades de forma que no todo recaiga en ti. Tu actividad como directivo es una función a largo plazo por lo que debes evitar quemarte antes de tiempo.

 

Resumen

La determinación de objetivos y metas a medio y largo plazo te permitirá organizar correctamente los recursos económicos y financieros de tu empresa para la obtención de tus resultados económicos y organizativos.

La gestión del presupuesto de explotación y su memoria de es una guía que te permitirá dar coherencia a tu acción directiva.

Los equipos humanos son determinantes en la ejecución, pero son también los recursos más costosos. Establece indicadores de desempeño para conocer en cada momento los avances de la organización en la obtención de los objetivos y metas establecidas.

Decide de forma informada y sobre los datos. No permitas que las impresiones o los estados de animo dirijan tu empresa. Cuida tu salud y estado mental.

No aísles a tu empresa de la realidad empresarial en la que está integrada. No infravalores los requerimientos legales ni expongas a tu empresa a riesgos innecesarios.

Te animo a que fortalezcas tu capacidad directiva evitando estos diez errores que te limitan como empresario y gestor de los recursos de tu empresa. Integra todas estas áreas en positivo en la gestión del día a día de tu empresa para transformarla en una organización más sólida, segura y rentable.